martes, 1 de diciembre de 2009

Matrimonio gay

Cada loco con su tema

Por Tamara Simón

Luego del fallo extraordinario que permite que hoy, 1 de diciembre, se celebre el primer matrimonio gay en Argentina (y Latinoamérica), han surgido muchas voces en contra del gobierno de la Capital y La jueza que declaró inconstitucional dos artículos del código civil que impedían la unión entre dos personas del mismo sexo.

En varios puntos de la Capital Federal se han visto carteles con la leyenda “Matrimonio gay en Argentina, ¿Para esto votaste a Macri?”, con los tonos característicos de los carteles del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la foto de dos hombres besándose. Este comentario hace referencia a las declaraciones de arzobispos hacia el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, que no apeló el fallo judicial (en una clara movida política a dos puntas, ya que su partido siempre se posicionó en contra del matrimonio y la union civil).

¿Cómo tomar esta clase de discriminación? Varios amigos de la comunidad homosexual, me comentaron la sensación de vergüenza ajena que sintieron al ver estos carteles. La sensación de que el país retrocedió en el tiempo, que no se puede respetar las decisiones del prójimo, que todo debe ser cuadrado, y que no se pueden ver las posibilidades.

Las familias perfectas ya casi no existen, la mayoría de los argentinos se encuentran divorciados y se han vuelto a casar. Se aprende a convivir con el nuevo marido o la nueva esposa de nuestros padres y a tomar a los hermanastros o medios hermanos sin problemas, ¿Por qué esto tiene que ser diferente?

Es cierto que la sociedad está más abierta a otras cosas, a otras posibilidades. Hace 15 años, ser chico y que tus padres estén divorciados era extraño, eras un bicho raro. Ahora sos un bicho raro si tus papás están juntos. Asimismo, la sociedad en general se encuentra más abierta a la comunidad gay, tanto hombres como mujeres. Artistas, músicos, profesionales, que ya no temen mostrarse, el famoso “salir del closet”, porque están seguros de lo que son, y lo que quieren ser.

El amor es la base de cualquier pareja, si dos personas se aman, no debería importar si son dos hombres, dos mujeres o un hombre y una mujer, mientras se amen y se respeten el uno al otro.

El matrimonio, o unión civil, no es una decisión caprichosa, si no parte de una lucha para ser reconocidos ante la ley como pareja y tener los derechos y obligaciones que toda pareja que convive tiene.

A pesar de esto, hay gente que aún se resiste a la idea de dos hombres o dos mujeres enamorados, e incluso se ha vuelto más cerrada a aceptar los sentimientos de los demás. Discriminan, insultan, pelean, su pensamiento pretende volver el tiempo atrás.

No digo que una persona deba estar cien por ciento de acuerdo con las preferencias sexuales de los demás, pero respetar al prójimo, y no lastimarlo, sería un gran paso para poder convivir mejor.


Descargar fallo de la Jueza Seijas, declarando anticonstitucional la Ley de Matrimonio, en favor de una pareja homosexual


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