lunes, 23 de noviembre de 2009

Primer matrimonio gay en Argentina

En una resolución sin antecedentes an América Latina, una jueza declaró inconstitucionales los artículos del Código Civil que impiden el casamiento entre homosexuales y ordenó al Registro Civil de Buenos Aires que celebre el matrimonio de Alex Freyre y José María Di Bello.
El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, advirtió este sábado que al permitir el matrimonio entre dos personas del mismo sexo "se busca la destrucción de la familia" a partir de "un fallo judicial deforme". Pero no todos los religiosos opinan igual. Aquí la palabra de un sacerdote africanista muestra que quienes siguen dogmas de "creencias primitivas" pueden sorprender a más de un prejuicioso con un pensamiento que resulta más evolucionado que el de las iglesias mayoritarias.


Las minorías y las mayorías

por Bàbálòrìsá Armando ti Yemoja


¿Es que siempre las mayorías deben tener la razón?
Soy sacerdote Africanista, una religión minoritaria comparada con la Católica Romana, y motiva esta reflexión el tema en el caldero sobre la oposición de la Iglesia al casamiento de parejas homosexuales en mi país, Argentina.
Los homosexuales, una de las tantas minorías, están luchando en todo el mundo por el reconocimiento de derechos que como seres humanos deberían tener y sin embargo les son negados. La convivencia con alguien del mismo sexo, debe poder "formalizarse" y "ser visible" para la sociedad ya que es un hecho. Como tal, los convivientes deben tener los mismos derechos que los convivientes de distinto sexo, me refiero a la posibilidad de "atención al familiar", "inclusión en la obra social", "derecho a pensión ante fallecimiento" en lo laboral, porque ¿Cuál es la diferencia entre un hombre y una mujer que de antemano no son "familia" y luego por un "contrato" pasan a serlo y dos seres humanos del mismo sexo que por amor, como en el otro caso, conviven pero no se les permite "firmar ningún contrato" que los convierta en "familia"?
La Iglesia de Roma se opone rotundamente a que sean otorgados estos derechos a las parejas homosexuales, yo me pregunto... ¿Cuál es la autoridad de esta Iglesia en un mundo pluralista, lleno de diferencias creadas por el mismísimo Dios? ¿Sólo el Dios de esta Iglesia es el único y la interpretación de sus sacerdotes la única válida?
Mi fe reconoce la diferencia creada por Dios, y gracias a él por la diferencia ya que sin ella nuestro mundo sería uno de máquinas idénticas, predecibles y totalmente aburrido. Cada ser humano es único e irrepetible, sin embargo como seres humanos todos gozamos, o debemos gozar de los mismos derechos; otra cosa estaría en contra de la ley divina.
Las mayorías no siempre tienen la razón, lo que sucede es que no miran, no piensan en el otro, y olvidan el mayor mandato dado por Jesús, razón y motivo de la Iglesia Romana, "Ama a tu projimo como a ti mismo". Porque si no, ¿a que cristiano heterosexual con familia formada le gustaría padecer la falta de derechos al no poder incorporar a su esposa a la obra social, no poder cuidarla cuando enferma o llorarla en días de luto cuando fallece o mismo recibir la pensión a su fallecimiento? ¿Cómo puede haber "abogados cristianos" que se opongan a la igualdad de derechos? Bien sencillo, no se ponen en el lugar del otro y olvidan que "el otro" aunque diferente, aún es un ser humano y como tal "su hermano"
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