Por Silvina Idiart
Durante el receso sanitario determinado en Buenos Aires a causa de la gripe porcina, prolongado por las vacaciones invernales, tuve oportunidad de ver el documental Zeitgeist. En casi la última parte del mismo, se desarrolla una fuerte hipótesis sobre los shows televisivos. Dicen que aquellos programas de entretenimientos han sido creados para que la gente no piense, para que tengan sus mentes ocupadas con el fin de sostener la conquista de los grandes (el poder).
Es importante en este momento que despertemos a la realidad y que entendamos que la gente que trata de mantener imperios y crear imperios lo hacen manipulando a la gente a través de la conquista. La tecnología avanza y con ella el ofrecimiento de un sinnúmero de consolas de juegos. Se presentan en diferentes formatos y son cada vez más atractivas, modernas, rápidas y complejas.
Casualmente, me llamó la atención un artículo en la sección Cultura del diario
Transcribiré una de sus partes más significativas para que saquen sus propias conclusiones. “Un argentino medio mira 1.500 horas de TV y escucha 1.300 horas de radio por año. Además, invierte 150 horas frente a las pantallas, sean éstas computadoras o dispositivos de telefonía celular. En igual período una persona destina 150 horas al año a la lectura de diarios, y
Los resultados reflejan que la gente muestra más disposición por ser entretenida que por estar informada, hay una gran desventaja entre el tiempo que se dedica a los entretenimientos que el dedicado a recibir información a través de los diferentes medios. Y es allí donde encontramos la forma de evadir a la gente. Estamos saturados de sistemas de entretenimientos masivos por todos lados. Hay gente que le viene muy bien que la mayoría de la población esté entretenida jugando a algo distinto, dispersa en otra cosa y desviando la atención de los temas que realmente lo merecen.