lunes, 31 de agosto de 2009

Yo me visto en… Democracia

Por Gabriela Castro

¿Qué se debe hacer cuando las cosas triviales de la vida pasan a primer plano sobre lo importante? Esto es algo que me pregunto una y otra vez cuando analizo la realidad argentina y veo como los medios se dedican a atacar al gobierno no por sus actos sino por lo que los rodea.
Hoy en día parece ser más importante si la Presidenta Cristina Fernández de Kichner se viste con ropa de diseñadores o si usa carteras de las primeras marcas, antes que la realidad del país. Lo más llamativo de todo esto es que antes nadie preguntaba donde se vestían los presidentes, mientras que en la actualidad esto parece un tema de estado, como si los anteriores mandatarios hubiesen gobernado por cuatro años en ojotas.

Esta insistencia de la sociedad por estos temas surge desde los medios que se encargan de darle prioridad en sus primeras planas y forman las opiniones de quienes los consumen.
No llama la atención prender la televisión al mediodía y escuchar a la periodista política Mirtha Legrand - Ah! ¿Cómo?… ¿no es periodista política?- hablar sobre la presidenta tildándola entre otras cosas de autoritaria, vaya paradoja que la señora de los almuerzos use ese adjetivo calificativo siendo la reina del autoritarismo. O también es muy normal escuchar “La presidenta se la pasa viajando”, cuando en realidad lo que no se dice es que esos viajes que realiza son por ejemplo para mediar en la situación de Honduras o para pedir que tanto los laboratorios de Argentina como los de Brasil queden librados de los derechos de patentes para que puedan fabricar las vacunas contra la gripe A, porque los países del primer mundo ya compraron todos los medicamentos para sus ciudadanos.

Este comentario no busca hacer una defensa de la Presidenta de los argentinos, simplemente tiene como objetivo generar conciencia para aprender a escuchar y elegir como y donde informarnos. Obviamente que el Gobierno tiene aciertos y desaciertos y que tal vez uno piensa que las cosas se podrían hacer de otra manera, pero eso no quita que no debamos analizar que la información que se expone en radios, diarios y televisión estén contaminados por los intereses económicos de los medios argentinos.
Muchos de los comunicadores locales siempre manejaron la opinión de los ciudadanos y pusieron a la gente a favor o en contra del gobierno de turno, sin que nadie sospechara que lo único que defendían eran los intereses propios. ¿Dónde estaba toda esta gente que hoy se queja a viva voz en los noventa?

Por todo lo que inculcaron los medios durante estos años que lleva el gobierno de mandato parece dentro de la sociedad que estar de acuerdo con las medidas que se toman, como la ley de radiodifusión o que el fútbol sea para todos, es mala palabra. Y esto nace porque el principal medio consumido por los argentinos es del monopolio más perjudicado por estas nuevas leyes.

Lo más grave de todo esto es tener que escuchar de quienes nos rodean la peligrosa frase “Ojala que no termine el mandato”, que triste es esto. Se ve que todavía no aprendimos lo valiosa que es la democracia, que los presidentes puedan gobernar con errores o aciertos, que todos podamos elegir lo que queremos para nuestra vida y pensar como queramos.
Evidentemente este país no tiene memoria, por eso pronuncia esas frases a la ligera y no recuerda que con palabras como esas y con la falta de tolerancia ante el pensamiento del otro se llegó a la dictadura más sangrienta de este país, que se llevó la vida de 30.000 personas, que eran hijos, padres, amigos, hermanos, primos y nietos.
Ojala que todos aprendamos a valorar la libertad que tenemos hoy en día, a quejarnos si es necesario sin caer en la manipulación de los monopolios y a no atentar contra la democracia que tanto nos costó obtener.
Contacto: sadarim.miradas@gmail.com